En la Masmédula
En la Masmédula
Un no lugar o Yo soy mi propia mujer.


domingo, febrero 29, 2004 Odio las frases hechas. Hoy: "Todo pasa"  

No. Mentira. No pasa todo. A mí no se me pasa esta tremenda manía de morderme las uñas cuando pienso. No se me pasan las náuseas que me dan el mondongo y la polenta. No se me pasa el gusto por quedarme todo un domingo en pijama, leyendo en la cama toda revuelta. No se me pasa esta pequeña tristeza diurna que persiste durante tres o cuatro minutos y renace el día después. No se me pasa el mal humor cuando pierdo el colectivo. No se me pasan las ganas de reírme siempre, indefectiblemente, del mismo chiste. No se me pasan las ganas de un día salir volando por la ventana y aterrizar en la punta de la torre Eiffel. No se me pasa el miedo que me da el perro grandísimo, recontra negro de mi vecino. Y mucho menos se me pasan estas ganas de uno de estos días romperte la ventana a piedrazos y escaparnos a algún otro lado, o a ninguno, pero escaparnos ya, en cualquier momento.

posted by Ursula | 12:50 p. m. |  


miércoles, febrero 25, 2004 Palabras palabrientas  

Por momentos me parece que las palabras se llenan de verdades absolutas o relativas, de verdades inexistentes, de verdades-nimiedades, de verdades mentirosas, de verdades indemostrables. Se reproducen y se propagan en otras verdades más infinitas e inabarcables que se multiplican eternamente, que se reproducen en millones de páginas. Adónde van todas estas verdades, dónde se guardan, dónde se van las personas cuando terminan de escirbir estas verdades ínfimas, dónde se esconden, dónde te escondés vos cuando terminás de leer esto que creés que termina porque lo terminaste o porque te cansaste, pero que no, porque persiste en su existencia como una porción ridícula de vida que se resiste a morir?

posted by Ursula | 6:20 p. m. |  


jueves, febrero 19, 2004 La traición de Rita Hayworth  



Ojos que bailan, pies que encandilan, esta pareja me inspira salir a bailar en un día de lluvia, traicionar a Manuel Puig, mudarme a Hollywood, usar paraguas, tomar clases de canto, escaparme con vos a cualquier lugar, aunque sea abajo de la cama. Juguemos un juego, yo soy 0,5% Rita, vos sos 1, 2%Fred, por una noche, por una vida.

posted by Ursula | 8:35 p. m. |  


miércoles, febrero 18, 2004  

En 1 hora y cuarenta minutos tengo una entrevista a la que no quiero ir, pero tengo que ir. No estoy nerviosa y punto, no me pienso poner tacos, no voy a mentir ni a fingir que es el trabajo de mis sueños, no pienso mover el culo ni pintarme los labios, menos que menos ahora porque me dijiste que los hombres hacían entrevistas para mirar culos y tetas. No me importa, yo voy y listo, de última estoy acostumbrada a ganar poco, seguiré siendo una pobre profesora pero a mucha honra y sin ningún pacto con el diablo al que le gusta mirar tetas y culos.

posted by Ursula | 1:21 p. m. |  


martes, febrero 17, 2004  

Todavía existen esos encuentros desprolijos por atragantados y calurosos, inverosímiles por lo improbable que resulta que esta ciudad se comprima, se reduzca a una cuadra nomás, y que los barrios se resuman en uno sólo, y que la hora sea una, siempre la misma, y que la única dirección posible sea esta, y yo con esta cara de manzana arrebatada, se me revira el flequillo y se me desatan los cordones. y yo:-Y qué hago, sigo de largo, al cabo que ni quería, me hago la boluda, y mi otro yo:-no, ni loca, avanzo y me olvido de los cordones, y que sea lo que Alá y todos los ángeles quieran, porque ¿en qué mundo/vida/ciudad/barrio/esquina/hora/dirección va a volver a pasar?

posted by Ursula | 6:22 p. m. |  


lunes, febrero 16, 2004 "Anywhere out of the world" (o quiero ser una tortuga marina)  

"Hospital es esta vida en que cada enfermo está poseído del deseo de cambiar de cama. Éste querría padecer junto a la estufa, y aquél cree que se curaría frente a la ventana. Yo creería estar bien allá donde no estoy, y esa idea de traslado es una de las que discuto sin cesar con mi alma." (Baudelaire, Pequeños poemas en prosa.")

No quiero estar donde estoy, no quiero estar en ningún lado, quiero descansar y quiero vivir, quiero desaparecer y estar en todos lados, quiero viajar y quiero quedarme acá. Quiero matar y nacer. En otro cuerpo, en otra vida, en otro mundo.

posted by Ursula | 11:41 p. m. |  
Sobre los muchos yoes  

Desde hace un tiempo que no puedo ponerlos de acuerdo. La mayoría de ellos no quiere estudiar. El 35 % decidió emborracharse el sábado a la noche, el otro 65% no se opuso, y se sumió en un tremendo pedo depresivo. La estadísticas demuestran que cuanto más firme me pongo, más se ríen de mí y me desafían. Cuando logro concentrarme y voy por la octava línea del libro que tendría que haber terminado hace días, unos siete u ocho me hablan al oído, otro decide escuchar todas las sonatas de Beethoven, el resto discute a los gritos en una discusión sobre política o sobre la legalización de las drogas. Mis yoes más relajados escuchan Bob Marley y se imaginan en alguna playa de Costa Rica. Puta madre, a los pocos responsables les agarró cargo de conciencia, y deciden que es hora de que me ponga a estudiar.

posted by Ursula | 12:15 p. m. |  


domingo, febrero 15, 2004 Último momento: nuevo affaire de Giorgio  




Giorgio pretende escaparse con su chica. Úrsula amenaza con suicidarse si Giorgio la abandona.

posted by Ursula | 6:18 p. m. |  
Porque es domingo, porque es lindo día y porque tengo que estudiar, al responsable de todo esto le dedico este poema de Girondo  

QUE LOS RUIDOS TE PERFOREN LOS DIENTES

Que los ruidos te perforen los dientes,
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad
te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: "Mi amor",
digas: "Pescado frito";
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.


posted by Ursula | 3:52 p. m. |  
Sí, soy antiimperialista, pero con serios fundamentos  

¿Por qué ellos?????????


posted by Ursula | 1:16 p. m. |  


viernes, febrero 13, 2004 El cajón de los mejores recuerdos  

Un poco inspirada por Mirta, me siento a escribir sobre la vieja casa, la que vendieron, la que hoy es zapatería. Me acordé de una casa grande, con una puerta sin cerradura, con las ventanas siempre abiertas, con el mosquitero roto, con el patio atrás, y más atrás, el terreno baldío . Me acordé de Wheelwright, mi pueblo de Santa Fé, mi pueblito... La plaza, que quedaba a una cuadra, a la que se podía ir solita, porque sólo había que cruzar una calle, y porque mamá me miraba desde la puerta, esa plaza donde hace mucho me crucé con un señor malo, con el único señor malo en todo el pueblo, y que era malo porque no era del pueblo, era de afuera. Pero más me acordé de mi casa, y del terreno baldío que mis hermanos casi incendian, casi, porque llegaron los bomberos, la única vez que vimos a los bomberos preocupados, y la única vez que el camión de los bomberos no llevaba a los Reyes Magos.
Me acordé del techo, por el que se podía caminar, y saltar a la casa de los vecinos, los Temperini, que tenían el quiosco, y que vendían maní japonés, que era el más rico, y la gallinita, que te dejaba toda pegoteada porque nunca sabías por dónde salía el juguito. Me acordé de la reja de la entrada, bajita y con dos pilares donde mi hermana, que se llama María Pilar, se sentaba a mirar a su novio que daba la vuelta al perro. Porque mi casa quedaba en la principal, y por ahí pasaban los autos, las motos, las bicis, despacito, despacito, porque la vuelta al perro es así, hay que ir despacito para que las novias miren a sus novios pasar por sus casas. Me acordé de Roky, mi perro, que nació conmigo y se murió quince años después, de viejito, pero que esperó a que yo creciera para irse y que yo no lo extrañara. Me acordé de Doña Clara, que cuando me hacía pis en la cama me buscaba a la mañana, porque yo me escondía, y me gritaba: "Miona, miona". Me acordé del verano en que nació mi hermanito, porque mi mamá se acostó en su cama, vino el doctor Siemens, el único médico del pueblo, y le dijo que había roto bolsa. Me acordé de la Coopertaiva, porque la señora de los fiambres me regalaba caramelos mientras mi mamá compraba la fruta. Me acordé del día que aprendí a andar en bicicleta, porque mi hermana Loló me largó y yo no me dí cuenta, y seguí andando hasta la esquina, y crucé la calle y me metí en la terminal de micros sin querer. Me acordé de mi bicicleta, que era roja y petisita, y que sobrevivió muchos años, muchísimos, hasta que me quedó chica, y que mientras sobrevivió me hizo ganar todas las carreras en la vuelta a la manzana. Me acordé de la Iglesia, y del piso de arriba, en el que guardaban las estatuas de los ángeles. Me acrodé del Padre Vicente, que quiso volver a su Galicia, pero que extrañó tanto que se quedó en Wheelwrigt, porque mi pueblo tiene un no sé qué del que todavía me acuerdo.

posted by Ursula | 6:24 p. m. |  
De por qué todavía no existían las computadoras cuando vivía Cortázar  


posted by Ursula | 1:30 p. m. |  


jueves, febrero 12, 2004 Un sobreviviente  



Meet Giorgio, el muñeco de madera con mas personalidad. Convivimos juntos, la convivencia es deleitable, pero el muchacho tiene caracter, y nos peleamos con bastante frecuencia. No le cae bien la gente invasiva, mucho menos la gente que apenas lo conoce y ya decide sus posturas. Muchas veces, cuando se vuelve docil, se deja moldear segun mi humor. Sera que nos sentimos identificados? (yo tambien soy de madera....)

posted by Ursula | 8:16 p. m. |  
Yo quiero ser una chica Almodóvar  

Acá va un post que me delata. Saqué las fotos, porque consideraba el gesto un poco egocéntrico, pero principalmente porque Úrsula es Úrsula, no se la puede asociar con ninguna imagen. Es tan real como pueden ser reales La Maga, Sancho Panza, Dailan Kifki, hasta la misma Úrsula Buendía (con quien incluso está emparentada), pero es otro tipo de realidad, una menos tangible pero existente, una realidad ficticia, o una ficción real. Por Úrsula (es decir, por mí) y a su salud.

posted by Ursula | 7:29 p. m. |  


miércoles, febrero 11, 2004 I´m not in love  

Supongamos que soy complicada, un poco desconsiderada y demasiado terminante. Supongamos que en este punto de mi vida perdí el interés en el (para mí) irritante histeriqueo. Supongamos que ya no quiero detenerme y deslumbrarme ante idealizaciones o espejismos. Supongamos que quiero una relación terreste (y no mundana), concreta y real. Supongamos que me levanté un día y me di cuenta de que todo el tiempo evitaba chocarme contra aquello que no quería ver. Supongamos que todavía parece que nada de esto me interesa. Supongamos que estoy enamorada (qué palabra disonante, demasiado visible, de formas demasiado evidentes), pero, ¿de quién?

posted by Ursula | 10:28 a. m. |  


martes, febrero 10, 2004 Caliéntense un poquito...  

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, redumplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo, en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Vosposados en la cresta del murelio, se sentían valparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.” ( Julio Cortázar, Rayuela, cap. 68.)

posted by Ursula | 11:43 a. m. |  


sábado, febrero 07, 2004 Je suis un autre ("Yo soy otro" dijo Rimbaud)  

Cambio. Mañana (o el lunes) cambio. Dejo de ser como soy, me convierto en otra. Dejo de ser fóbica, dejo de ser complicada, dejo de ser irresponsable, dejo de ser distraída, bajo de la nube. Dejo de ser confiada, dejo de sonreir a la gente, dejo de ser amable en las reuniones familiares. Me vacío, busco otro contenido, dejo de ser quien soy, quien fui, me olvido de quien podría haber sido: cambio. Cambio mi vida, cambio mis modos, cambio mi actitud con los hombres, cambio mi color de pelo, cambio mi ropa, cambio mi relación con mis amigos. Me convierto en otra.
¿Será cierto que la gente puede cambiar? Y si cambio demasiado, ¿quién se va a acordar de mí cuando era otra, cuando no había cambiado? ¿Y si aún así nada cambia? Prefiero seguir como hasta ahora. Quizá disimulando un poco mejor.
"Esto es el hombre. Aprende, pues
y deja de perseguir eternos dioses sordos
que tu plegaria nutre y tu olvido aniquila." (Luis Cernuda, "Las ruinas")

posted by Ursula | 12:05 p. m. |  
Nombre y apellido  

¿Cuánto dice un nombre acerca de una persona? ¿Cuánto importa si me llamo Úrsula o de otras mil maneras? Si la identidad estuviera directamente asociada a un nombre, nadie tendría problemas de identidad. Nadie se identificaría con con niguna otra persona que no compartiera su mismo nombre. Las distintas personalidades se reducirían a una cifra imaginable. ¿Qué pasaría con los que tienen múltiples personalidades?(y no me refiero solo a los ezquizofrénicos). ¿Y con los que tenemos sólo algunas, pero que aún así no nos gusta revelarlas a cualquier desconocido con sólo presentarnos?
Por eso, a veces me presento como Úrsula. De todos modos, es mi alter ego, aunque no diga mucho acerca ni de el otro ni de este yo. Al que le gusta bien, y al que no, que se joda (por nominalista)-
"El nombre es arquetipo de la cosa:
en el nombre de la rosa está la rosa
y todo el Nilo en la palabra Nilo" (Jorge Luis Borges)

posted by Ursula | 5:45 a. m. |  


viernes, febrero 06, 2004 Infancia no tan feliz (¿qué era lo PEOR que te podía pasar cuando eras chico?)  

HOY: Sopa de brocoli y leche.

Te sumís en un profundo pozo depresivo alrededor de las 11 de la mañana, cuando el olor que emana la olla anuncia la desgracia.
Creés que hay una esperanza: el segundo plato. Pero no, ya son las 12 y no hay nada más cocinándose.
Tu mamá te llama a comer. Te resistís, llenás la bañadera de agua, y decidido, hundís tu pequeño cuerpo. Cuando empezás a adormecerte por la falta de oxígeno, una mano que no se parece en nada a la de Aquaman te saca de los pelos, te seca un poco, y te arrastra hasta la mesa.
Y ahí está ella: tu gran enemiga, esperándote ansiosa. Te preguntás dónde estásn todos los superheroes en ese momento, cuándo van a venir a rescatarte.
¡Comé la sopa!- te grita tu mamá desde la cocina.
¿Brocoli con leche, a quién se le ocurrió????. Negociemos mamá: pescamos el brocoli, le echamos nesquik, y en una de esas lo pruebo!!!!!
La vida es así: el hombre luchando contra los platos de sopa. Quiensea nos trajo al mundo para hacernos sufrir, de eso no hay duda.

posted by Ursula | 9:49 a. m. |  


jueves, febrero 05, 2004 Chinga tu madre!  

Cinco cosas que te prohibían hacer cuando eras chico, y que por terrible que fuera el castigo, igual seguías haciéndolas:

1. Subirte la pollera (vieja, estás reprimiendo un don que quizá en el futuro nos de de comer a todos)
2. Abrir los ojos abajo del agua (y perder de vista a aquaman??, nunca!)
3. Comerte las aspirinetas de a 30 (mi primera experiencia con las drogas, dejame disfrutar este estado de... despegue y suspensión. al menos sabemos que en las próximas 72 horas no me voy a morir de gripe)
4. Pegarle a tu hermanito más chico (y perder la autoridad y el poder (efímeros) que gané por ser el más grande? Pensalo bien, mamá, podés estar ante un futuro líder político, dictador o presidente de EEUU en potencia)
5. Meterte los dedos en la nariz (Objeción: es la mejor manera de conocer e indagar nuestra interioridad, uniendo cuerpo y alma. Más mocos y menos yoga),

posted by Ursula | 11:35 p. m. |  
Fugitiva vitalidad  

Hace una semana, corríamos al sanatorio para conocer a la nueva integrante de la familia: rubicunda y regordeta, desbordando vida, emanando un aire de novedad y ansias de más.
Hoy, en un día de sol amable, vamos al entierro del tío que "poobre, estaba muy enfermo el viejo". Y nadie lamenta su partida. A veces las partidas son un alivio (para los que se van, y para los que se quedan). Se va, callado y cabizbajo, como pidiendo disculpas. Y todos nos preguntamos si llegará al cielo, y los más mísiticos de la familia creen que conocen la respuesta: era ateo, y no quiso recibir la Unción, ni siquiera hablar con un sacerdote. Como si eso nos asegurara un destino post-mortem cinco estrellas.
Me recordó un poema de García Lorca:
“Pero no hay olvido ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y el que teme la muerte la llevará sobre sus hombros” (Federico, "Ciudad sin sueño", en Poeta en Nueva York).

posted by Ursula | 9:58 a. m. |  


miércoles, febrero 04, 2004 Afortunados días  

Si fuera un lugar, la Masmédula podría ser la suma de los mejores recuerdos, la suspensión de los olores inolvidables, la degustación de sabores añejos. Sería una foto vieja en la que uno pdría entrar, reubicarse y revivir. Si existiera un espacio como lo que yo creo que es la masmédula, definitivamente me gustaría vivir ahí.
pd: Gracias, Girondo.

posted by Ursula | 10:08 p. m. |  

Todo tiempo pasado fue mejor

Mi capricho es ley (la retaguardia es así)

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